Camino de Santiago primitivo, la primera ruta de peregrinación
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A la espectacular catedral donde se encuentra enterrado Santiago Apóstol es posible llegar partiendo desde diferentes localidades. El inicio más clásico es Roncesvalles (Navarra), siguiendo el Camino Francés, sin embargo a largo de los años han ido ganando fuerza otras rutas como la del Camino de Santiago Primitivo.
Dicho trayecto parte de Oviedo para terminar en Santiago de Compostela. Un recorrido bastante más duro que el Camino Francés, pero con el encanto de conectar con las auténticas raíces de la peregrinación. Y es que constituye la primera de todas las rutas que posteriormente surgirían para peregrinar a Santiago.
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Origen del Camino de Santiago Primitivo
Tras tener noticias del descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago en el año 813, Alfonso II el Casto partió desde Oviedo para ir venerar los restos. Alfonso II era el rey de Gallaecia, territorio del extremo noroccidental de la península. En él vivían pueblos indoeuropeos de legua céltica. Los galaicos estaban al oeste y los astures al este.
La senda elegida fue aquella que transcurre por el interior de Asturias hasta llegar a Lugo. Una vez allí continuó la marcha y llegó a Santiago, creando así la primera peregrinación de la historia en la que se rezaba ante los restos del apóstol . Tras la visita mandó erigir allí una iglesia para proteger y facilitar la adoración de tan valiosas reliquias. En el lugar que ocupaba la iglesia, años más tarde se elevaría la grandiosa catedral de Santiago de Compostela.
Características del Camino de Santiago Primitivo
Indudablemente no estamos hablando de un trayecto tan comercial como el Camino Francés. Parte de su magia radica en la ausencia de riadas de peregrinos, tan habituales por cierto en otras rutas que podríamos denominar más comerciales. Una tranquilidad que facilita la reflexión mientras se camina con el único sonido de fondo que el de las propias pisadas.
También es una ruta dura, con subidas a tener en cuenta. Una de ellas es, por ejemplo, la del puerto de Palo, antes de Grandes de Salime. Si el viaje se realiza en épocas de mal tiempo, la lluvia puede llegar a genera grandes barrizales en el terreno.
La señalización es aceptable, aunque está mucho mejor indicada la parte asturiana que la gallega. Quizá el mayor problema con el que se pueden encontrar los peregrinos es la carencia de albergues públicos a lo largo del recorrido. Tampoco hay muchos servicios especializados. No obstante, las opciones de hospedaje privado y restaurantes son suficientes para cubrir las principales necesidades de los peregrinos.
El Camino de Santiago Primitivo tiene una longitud de 321 kilómetros. Tras entrar en la provincia de Lugo por A Fonsagrada, se recorren 170 kilómetros por tierras gallegas. Lo habitual es dividir el viaje en una trece o catorce etapas de entre veinte y treinta kilómetros.
El itinerario seguido hoy en día es fiel al original. Parte de Oviedo y pasa por Las Regueras, Grado, Salas, Tineo, Pola de Allande y Grandas de Salime. A partir de aquí entra en Galicia a través de Lugo y se une al camino posteriormente al Camino Francés en Palas de Rei. Entonces tan sólo quedan dos jornadas para coronar la meta propuesta por los peregrinos.
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