Los chakras y el yoga, cómo se relacionan y complementan

Los chakras y el yoga son dos conceptos orientales que se complementan y se relacionan para el beneficio humano. 

De acuerdo a la filosofía del yoga, nuestro cuerpo se compone de un cuerpo físico, un cuerpo sutil y un cuerpo causal. El cuerpo físico es nuestra realidad material, el cuerpo sutil es nuestra energía, el prana, nuestras emociones e intelecto, nuestra acción en el mundo. El cuerpo causal es la causa de la existencia del cuerpo físico y el sutil.

En nuestro cuerpo sutil, tenemos diversos nadis (canales místicos de energía), siendo tres los más importantes: ida, pingala y sushumna. El nadi ida es de energía pasiva, polaridad lunar e intuitiva y el nadi pingala es de energía activa, polaridad solar, mente consciente y objetiva. Estos dos nadis nacen en la base de la columna y se elevan hasta las narinas (izquierda y derecha).

El prana (energía) fluye constantemente en ida y pingala, durante nuestro día. El nadi susona representa el canal central y va desde la base de la columna vertebral hasta la cima de la cabeza, este nadi lleva la esencia espiritual y la Kundalini.

Los chakras se sitúan en las intersecciones de estos tres principales nadis, desde la base hasta la cabeza. Los chakras y el yoga pueden relacionarse en las prácticas de yoga para mejorar la calidad de nuestra energía del Ida, pingala y sushumna, promover el equilibrios físico, mental y espiritual.

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Los chakras y el yoga, cómo equilibrar los primeros con el segundo

Para entender esta relación veamos brevemente los siete principales chakras:

• Muladhara: ubicado en la base de la columna, caracterizado por el elemento tierra y el color rojo.
• Swadhisthana: localizado debajo del ombligo, caracterizado por el elemento agua y el color naranja.
• Manipura: ubicado en el ombligo, caracterizado por el elemento fuego y el color amarillo.
• Anahata: ubicado en el corazón, caracterizado por el elemento aire y el color verde.
• Vishuddha: localizado en la garganta, caracterizado por el elemento éter y el color azul.
• Anja: localizado en un punto entre las cejas, caracterizado por el tercer ojo y el color índigo.
• Sahasrara: situado en la parte superior de la cabeza, caracterizado por una corona y un color violeta.

Hay muchas formas de armonizar los chakras cuando están desequilibrados. Llevar una vida y una alimentación balanceada, hacer terapias como el reiki, con cristales, aromaterapia, cromoterapia entre otras. Pero también los chakras y el yoga se pueden equilibrar con la práctica de esta última disciplina.

La práctica regular de yoga ayuda a mantener los chakras equilibrados, ya que al trabajar las posturas, nuestra energía, nuestro prana, fluye de manera uniforme en nuestro cuerpo. Una práctica completa y balanceada de yoga trabaja con todos los chakras. Además, es posible hacer prácticas de yoga centrándose en cada chakra. De esta forma podemos trabajar  con todos los centros energéticos, pero poniendo especial atención a un chakra específico.

A través del yoga se puede influir en el flujo de energía, en su equilibrio y desarrollo. Las técnicas del Hatha Yoga (basado en las asanas y la suavidad) ayudan a influir mental y físicamente en el cuerpo sutil, como por ejemplo en los colores. Los colores de los chakras representan la vibración de cada centro. El pranayama (técnicas de respiración del yoga) y la meditación, también conducen al equilibrio energético y físico de nuestro ser.

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