Conciencia cósmica: qué es y cómo se manifiesta
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La pregunta acerca de la conciencia es probablemente una de las más repetidas a lo largo de la historia de la humanidad. La idea de poder ampliar la conciencia y llevarla hasta niveles más elevados de los que consideramos habituales es la base de numerosas filosofías y religiones. El concepto de conciencia cósmica va en la misma línea, pero un poco más allá. La idea que se propone con este concepto es que todo el Universo es parte de una misma gran y única conciencia.
Conciencia cósmica: la comunicación universal
De acuerdo con la idea de conciencia cósmica, la conciencia no sería algo individual que se aloja dentro de la persona. Por el contrario, el concepto plantea la idea de que la conciencia es un único y universal flujo de energía, al que absolutamente todo lo que habita este mundo accede.
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Por eso, también plantea la idea de que todo está comunicado y se puede comunicar. Puesto que todo lo que existe es apenas una manifestación de un único flujo de energía, todo está conectado. El Universo habla y cuando alcanzamos conectar con la conciencia cósmica, también somos capaces de conectar profunda y genuinamente con todo lo que nos rodea, y comunicarnos con el entorno.
Bajo estos conceptos, la muerte misma pierde sentido. No se trata de pensar en un paraíso ni en una reencarnación. Sino más bien tiene que ver con esa idea física de que “nada se pierde, todo se transforma”. Es decir, que de un único flujo de energía divina salimos y hacia él mismo vamos.
La conciencia y el cerebro
De acuerdo al conocimiento científico, la conciencia se encuentra alojada en el cerebro, más específicamente en la corteza prefrontal. Allí es donde suceden los pensamientos, donde tomamos decisiones y donde conectamos con ideas complejas como las de espacio-tiempo.
Sin embargo, hay experiencias que no parecen poder explicarse solamente desde la idea del cerebro. La intuición, los sentimientos, el profundo deseo… ¿También se aloja en la materia gris? Ante esa pregunta, aparece la idea del alma, o de aquello que va más allá de lo que sucede en el cuerpo y que es más grande que nosotros.
Somos parte del mismo todo
En suma, la idea de conciencia cósmica se vincula profundamente con el concepto budista del Brahman, donde la conciencia es lo único que existe. Es decir, que todo lo que habita el Universo está conectado entre sí. O, dicho de una manera más precisa, que todo lo que existe es una misma cosa.
De esta forma, lo que somos depende indefectiblemente de todo lo demás que existe, pues cada cosa que nos rodea es parte de la misma conciencia, que es, en definitiva, también la nuestra.
Pensarlo así nos permite existir de una forma mucho más liviana, y en perfecta armonía con todo y todos los que nos rodean.
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