El cero en la Numerología: descubre su misterioso significado
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El cero en la Numerología tiene un papel particularmente interesante, ya que muchos especialistas en el área lo consideran una representación de la nada (vacío), el todo (absoluto), lo indeterminado, el infinito, y el potencial latente del individuo (lo no manifestado o expresado).
La figura del cero en la Numerología nos remite a la imagen del círculo, y con ello, a la idea de los ciclos (principios y finales, muerte renacimiento); y el Huevo Cósmico (símbolo mítico de los nuevos comienzos y la creación del Universo).
Como recordarás, el cero en la Numerología suele desaparecer en las operaciones de suma y reducción; además, no se le atribuye un peso o valor específico en la tabla alfanumérica.
Sin embargo, su presencia en la fecha de nacimiento, mapa numerológico, cálculos, o la ausencia de ciertos números en el nombre, indica que el sujeto deberá hacer un esfuerzo adicional para desarrollar su potencial al 100%.
En otras palabras, el individuo es responsable de utilizar el cero a su favor o en su contra, transformándolo en una “caja de resonancia” para la propia energía, o en el vacío que dificultará los procesos.
¿Cómo interpretar el cero en la Numerología?
Cuando decimos que el cero en la Numerología nos habla de potencial latente, hablamos de algo que puede ser, pero aún no se ha concretado o materializado, de allí, la necesidad del trabajo consciente del portador.
El cero proporciona una gran fuerza interior, que puede ser canalizada en la liberación de limitaciones autoimpuestas, crecimiento personal, y procesos de transformación, internos y externos.
El número que se presenta asociado al cero, nos ofrecerá pistas sobre aquellos temas o áreas de la vida, en las que el sujeto enfrentará los mayores desafíos, o cambios especialmente significativos.
En este sentido, y a grandes rasgos:
- El 10: apunta a la preservación de la individualidad; la transformación personal; y el mantenerse abierto (y receptivo) a las nuevas oportunidades.
- El 20: habla de establecer objetivos comunes (y elevados); crear alianzas y amistades; fomentar el trabajo en equipo; y entender el valor de dar y recibir.
- El 30: impulsa la creatividad, la alegría de vivir, y la autoexpresión de los talentos naturales del ser.
- El 40: hace hincapié en cumplir con compromisos y deberes (el valor de la palabra dada); la eficiencia en las tareas; conectar con la intuición y la prosperidad; generar confianza y estabilidad material.
- El 50: remite a ejercitar la capacidad de adaptación; superar la inseguridad personal; buscar la verdad interna; y comprender el concepto de libertad, como algo no abstracto.
- El 60: alude a mantener el equilibrio/ armonía entre el mundo interno y el externo; cultivar las acciones colaborativas, y una escala de valores coherente. Cuidado con la intolerancia religiosa..
- El 70: auspicia el autoconocimiento, la búsqueda de las verdades universales, y cómo llevar a la práctica las ideas vinculadas con la expresión de la espiritualidad.
- El 80: es una señal de la conexión con el Todo, pero también envuelve retos asociados con el liderazgo, el aspecto práctico de la vida, y la gestión de la riqueza.
- El 90: destaca el amor universal, la compasión, y el potencial de expansión; sin embargo, será preciso superar los prejuicios, la discriminación y el apego.
Un ejemplo práctico
Por ejemplo, si al analizar la fecha de nacimiento de María, encontramos que nació el 20 de octubre, a pesar de que el 20 será convertido en 2 en el proceso de reducción numerológica (20= 2+0= 2), es fundamental recordar que ese 20, presenta la constitución de alianzas y amistades y el trabajo en equipo, como un aspecto relevante en la vida del sujeto.
De la misma forma, si en el cálculo del sendero de vida de María (suma de todos los dígitos de la fecha de nacimiento), el resultado preliminar es 90, consideraremos la superación de prejuicios y apego, como un reto particular en el camino hacia la evolución del individuo; más allá de que el total final sea 9 (90= 9+0= 9).
Nota: la aparición constante del 000 (triple cero) en nuestra rutina cotidiana, alude al vínculo con la Divinidad, la conclusión (favorable) de proyectos y etapas, y la presencia de guías espirituales.
