Guerrero de la luz, aprende cómo convertirse en un
Ser un guerrero de la luz, significa tomar partido en la férrea contienda que vivimos en la actualidad, donde los anti valores parecen dominar a las masas y nosotros.
Con las herramientas que disponemos, hacemos frente al proceso de degradación espiritual, brindando amor consciente a todo cuanto nos rodea, intensificando nuestra luz interna para luego llenar de luz nuestro entorno y convertirnos en un faro que ilumine el camino de otras personas.
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Ser un guerrero de la luz es hacerse consciente de cuál es la misión que no ha traído a esta vida, y tomar todas las herramientas que hemos estado adquiriendo a lo largo de nuestra existencia, para causar un impacto positivo en la humanidad, comenzando por nosotros mismos.
No solo se trata de aprender a meditar y asistir a seminarios para deshacernos de los esquemas mentales erróneos, sino de disponer de todos los conocimientos adquiridos y todas las experiencias para realmente comprometernos con un cambio profundo e interior, que definitivamente va a llevar a cambios en nuestro entorno.
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Ser un guerrero de la luz, una fuente inagotable de amor
Convertirse en un guerrero que trabaje de cualquier forma que permita irradiar amor, sabiduría, energía sanadora y purificadora que permita limpiar al mundo entero de la negatividad que lo perturba y así lograr la ascensión vibracional del planeta de todos los que en el habitamos.
Pero no se trata de una misión sencilla, ya que el camino está lleno de pruebas y obstáculos que limitan la acción de quien decida convertirse en guerrero de la luz.
La oscuridad, representada por todo lo dañino, lo que causa temores, enfermedades, muertes, guerras, enfrentamientos en las familias y todo tipo de situaciones negativas, esta también en su propia lucha desde el lado opuesto del camino, intentando frenar el avance de la luz que proyecta un guerrero.
Es por eso que no solo se trata de aprender alguna técnica como el Reiki o la meditación consciente, para aprender a proyectar nuestras energías positivas al mundo, sino que además debemos convertirnos en una fuente inagotable de amor, e irradiarlo a la humanidad y en lo posible, enseñar a otras personas en base a nuestras propias experiencias vividas.
Ser un guerrero de la luz es una forma de servicio al prójimo que trae como recompensa que los demás también accedan a niveles de consciencia superior sobre sí mismos y sobre su entorno.
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