Lavado nasal: Sus beneficios, preguntas y respuestas
El lavado nasal es un método natural de desobstrucción de la cavidad nasal. El procedimiento se utiliza para combatir males respiratorios, eliminar suciedad, cuadros alérgicos y reducción de los efectos de la contaminación.
El lavado nasal o irrigación nasal tiene su origen en la India, más precisamente en la medicina ayurvédica y se utiliza para combatir los síntomas de las enfermedades como la sinusitis, rinitis y alergias.
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Cómo hacer lavado nasal
El método convencional del lavado nasal se realiza sólo con agua y sal o con suero fisiológico. Para la primera solución se debe calentar 200 mililitros de agua potable y mezclar una cucharadita de sal. La solución salina debe colocarse en un riego nasal apropiado.
El procedimiento es en una narina y se mantiene la cabeza inclinada para que el agua salga por el otro lado, luego se cambia de narina. Al finalizar el lavado se aspira la nariz con una pera para limpiar las ventanas de cualquier resquicio de la solución, antes de realizar una inspiración.
También se puede hacer con suero fisiológico 0,9%. Puede ser spray, chorro continuo o jeringa con suero. Los frascos de suero fisiológico, a diferencia de los espray, deben ser mantenidos en la nevera después de abrirlos.
Lavado nasal para sinusitis
La sinusitis es el principal problema tratado con el lavado nasal. Hay que decir, sin embargo, que el lavado funciona como un remedio casero. Es decir, a pesar de ser capaz de aliviar los síntomas de la inflamación de los senos de la cara, no puede ser utilizado como tratamiento único contra la sinusitis.
Además, el lavado nasal puede ser utilizado por quienes sufren de rinitis alérgica, pero al igual que en el caso anterior, se debe consultar a un médico para que indique un tratamiento que vaya a la raíz del problema y no sólo para aliviar los malestares.
El lavado nasal hace mal
El lavado nasal no hace daño a los adultos, que son capaces de mantener la respiración por la boca mientras realizan el procedimiento. Con los niños se debe tener el cuidado de que no se ahoguen o atraganten, por ello, estas limpiezas deben hacerse en un tiempo más corto.
¿A partir de qué edad se puede hacer?
El lavado se puede hacer desde el recién nacido. Sólo utilice menos volumen cuanto más pequeño sea el bebé.
¿Tiene un número máximo de veces al día?
No. Si el objetivo es sólo humidificar la mucosa porque el tiempo está seco, bastan alrededor de 3 veces diarias. Pero si está con mucha secreción, haga tantas veces como sea necesario.
Si se traga el suero. ¿Es malo?
No, tragar suero no hace ningún daño. Lo que puede suceder es que cause nausea por tragar el suero. El propio exceso de secreción y tos puede desencadenar vómito, así que no piense que está causando algún mal. Si respira mejor y disminuye la tos, esto va a traer beneficio.
Si se tiene rinitis alérgica. ¿Es bueno hacer ese lavado todos los días?
¡Es óptimo! Se ha comprobado que limpiar las vías aéreas en las que tiene alergia ayuda a evitar infecciones y crisis.
¿No ahoga? ¿No va al pulmón?
No se ahoga y el suero no se irá al pulmón. Por ejemplo, muchas veces la aplicación en niños, acontece que éstos acaban llorando o tosen como si se estuvieran atragantando. Esto es justamente un reflejo que tenemos para no dejar que el suero vaya por el camino del pulmón.
¿No da otitis?
Si existe esa posibilidad, es mínima, y no hay nada comprobado al respecto. Ahora lo que es comprobado y muy sabido es que la acumulación de secreción puede llevar a la otitis.
Por lo tanto, el beneficio de sacar la secreción es mucho mayor que el riesgo. Lo importante es observar el volumen de suero y la posición del afectado a la hora del lavado.
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