Leyenda de las gemelas, el caso de las hermanas Pollock
Se dice que entre los hermanos gemelos hay un vínculo tan especial que cuando le sucede algo a uno de ellos el otro puede sentirlo. Un caso de estos es la famosa leyenda de las gemelas, una historia escalofriante que puede ser una comprobación de un caso de reencarnación.
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La leyenda de las gemelas Pollock
Entre las historias de reencarnación una de las más significativas es el caso de las gemelas Pollock.
El accidente
El 5 de mayo de 1957, la familia Pollock se disponía a asistir a la misa en la ciudad de Whitley-Bay, en el Reino Unido.
Esta familia tenía dos hijas, Joanna y Jacqueline, de 11 y 6 años, respectivamente.
Las pequeñas se dirigieron a la iglesia y al doblar una esquina, un carruaje con caballos desenfrenados las atropelló, matándolas instantáneamente. Sus cuerpos quedaron prácticamente destruidos, así como el corazón de sus padres al recibir la trágica noticia y al ver los cuerpos ensangrentados en la calle.
Las gemelas
Después de un año del trágico accidente, los Pollock volvieron a tener hijos, esta vez, a las gemelas Gillian y Jennifer, nacidas el 4 de octubre de 1958.
En la familia parecía todo normal, hasta la edad de 3 años, cuando las pequeñas comenzaron a hablar sobre cosas extrañas vividas por sus hermanas muertas.
Comenzaron a recordar hechos y memorias que pertenecían a las fallecidas. Conocían muy bien las habitaciones y los rincones de la casa. Tenían hábitos similares a sus hermanas, incluso hablaban de forma idéntica y una de ellas adoptó el rol de hermana mayor.
Se cuenta que, en una oportunidad encontraron unas muñecas que habían pertenecido a Johana y Jacqueline, identificaron los juguetes refiriendo que pertenecían a cada una de ellas, coincidiendo perfectamente con la hermana mayor y menor.
Se dice, además, que una vez los padres las escucharon conversar sobre el accidente que habían sufrido sus hermanas, pero como un hecho que ellas mismas habían vivido, describiendo imágenes y sentimientos, como por ejemplo, la sensación de la sangre saliendo por sus bocas y narices.
También se refería que las niñas tenían marcas de nacimiento similares a las de sus hermanas muertas, por ejemplo, la fallecida Jacqueline tenía, cerca de la nariz, tres marcas que eran cicatrices de puntos de sutura cuando se rompió la nariz a los 3 años, la gemela Jenifer, por su parte, nació con tres marcas idénticas al costado de la nariz.
Las gemelas tenían fobia a los vehículos y carruajes y cuando sentían pasar uno por la calle se agarraban fuertemente una con otra o a sus padres.
Se cuenta también que un día estaban jugando en el parque y se acercaron mucho a la calle, su madre con miedo les gritó que tuvieran cuidado y que no se acercaran a donde pasaban los vehículos, a lo que las gemelas respondieron “No pensábamos cruzar, ya nos atropellaron una vez aquí y no volverá a ocurrir.”.
Los recuerdos y acontecimientos relevantes, relativos a sus vidas pasadas, desaparecieron a los 5 años, edad en la cual, según estudiosos de estos temas, los recuerdos de vidas pasadas dejan de ser significativos.
Esta leyenda de las gemelas fue tan hablado que se publicó en el libro: European Cases of the Reincarnation Type.
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