Medicina funcional, el mantenimiento del equilibrio orgánico

Los conocimientos adquiridos por los hombres van evolucionando a lo largo del tiempo. Los puntos de vista para enfocar un problema varían a veces cuando se les plantea a personas de diferentes épocas. Y es que los saberes acumulados suman y dan lugar a su vez a nuevas interpretaciones. La medicina funcional, por ejemplo, cambia el enfoque clásico de la medicina convencional.

Los nuevos tiempos son receptivos a conocer nuevas formas de aplicar la medicina. Así, la medicina funcional busca tratar al paciente en su totalidad, sin centrarse exclusivamente en una serie de síntomas aislados. Por ello se centra más en el paciente en sí que en la enfermedad.

Este a su vez tiene que ser consciente que el sistema debe abarcar las necesidades ideales para realizar sus funciones de la mejor manera. Cuando el sistema no consigue lo que necesita aumentan las posibilidades de que la enfermedad surja y se desarrolle.

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Enfoque holístico de la medicina funcional

Este tipo de medicina intenta encontrar la raíz de los problemas que sufre el paciente. No se fija únicamente en aplicar las técnicas existentes para aliviar sus síntomas o padecimientos. Lo importante es conocer de manera integral qué fue lo que causó la enfermedad y tratarla además de forma integral.

El médico realizará una historia clínica completa basada en conocer al paciente desde que nació hasta que llega por primera vez a su consulta. Incluso se puede investigar desde que estaba en el vientre de su madre. Resulta importante también conocer su estilo de vida, el lugar donde reside o los medicamentos que consume.

Principios importantes de la medicina funcional

• Su planteamiento se centra en los sistemas y cómo el desequilibrio dentro de los mismos (gastrointestinal, inmune, caridometabólico…) da lugar a enfermedades como la diabetes, la obesidad o la hipertensión.
• Se encarga de profundizar en la disfunción bioquímica así como en la predisposición genética a ciertas afecciones.
• Trata de conseguir la autorregulación del cuerpo. Y es que nuestro organismo puede autorregularse si corregimos la disfunción metabólica existente gracias a la aplicación de una dieta, realización de algún deporte, mejora del sueño…
• La aplicación de este tipo de medicina resulta muy indicada en una época como la nuestra en la que se han las enfermedades crónicas, cardiovasculares o mentales. Y es que los seres humanos estamos expuestos a numerosos elementos tóxicos en el ambiente, cada vez somos más sedentarios, consumimos alimentos muy calóricos y que poseen gran cantidad de químicos y toxinas.

La medicina funcional trata al paciente como un todo, para así intentar restablecer el equilibrio celular mediante el equilibrio del medio interno.

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