La moldavita es uno de los elementos más utilizados para acompañar procesos de transformación interna y trabajo de consciencia. Se dice que esta piedra tiene más de 10 mil años de antigüedad, y tuvo su origen en la fusión de minerales con meteoritos, que impactaron en la Tierra.
Con una apariencia similar al vidrio, la moldavita se caracteriza por su tonalidad verdosa. El principal yacimiento se encuentra en el río Moldava (República Checa), pero también puede hallarse en Alemania y Austria.
Se trata de una piedra apreciada en el arte de la orfebrería (joyería), pero como es difícil de encontrar (algunas zonas de extracción están agotadas), su precio suele ser bastante elevado (atención con las imitaciones de bajo costo).
En el mundo esotérico, existe la creencia de que la moldavita no puede ser activada con otros cristales, la energía de los astros, o el propósito del usuario. La piedra decide cuando empezar a funcionar.
En el momento que estés listo para evolucionar y emprender el trabajo de conciencia, la piedra se activará alineándose con tus vibraciones. De la misma forma puede generar incomodidad, si no estás preparado para llevarla.
Al igual que otras piedras de elevada vibración energética, como la cianita, la moldavita no requiere recargarse o limpiarse (lo hace por sí misma), y tampoco acumula la negatividad del ambiente (la repele).
No obstante, antes de utilizarla por primera vez, puedes lavarla con agua corriente simple (del grifo), durante algunos minutos. Repite el procedimiento si en algún momento la sientes pesada.
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Propiedades de la moldavita
Se dice que la moldavita atrae la buena suerte; propicia la fertilidad femenina; abre los canales de comunicación con la divinidad interna (Yo Superior), y actúa como resonador de otros cristales, aumentando su poder.
Esta piedra es capaz de limpiar los chakras (centros energéticos del cuerpo), y eliminar bloqueos y programas negativos; también, ofrece alivio a la nostalgia y aumenta las habilidades psíquicas, en especial la videncia y la empatía.
La moldavita confiere inspiración; comprensión de las esferas espirituales, y conexión con otras dimensiones, (algunos estudiosos sostienen que también permite comunicarse con entidades extraterrestres).
Es un elemento esencial en procesos de curación, porque ayuda entender las implicaciones de la enfermedad, más allá del plano físico. Asimismo, revela las limitaciones que nos imponemos, a nivel subconsciente.
Aunque puede ser utilizada por nativos de los doce signos del zodiaco, tiene especial afinidad con Géminis. En la terapia de equilibrio de los chakras, suele emplearse para estimular el cuarto chakra (Anahata/ chakra corazón), y el sexto chakra (Anja/ chakra del entrecejo/ Tercer Ojo).
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