Niebla mental. ¿Qué es y cómo evitarla?
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La niebla mental, también conocida como brain fog o como fibroniebla, es una condición en la que la persona siente sus capacidades, físicas y psíquicas, entorpecidas.
Las personas que han sido diagnosticadas indican que algunos de los síntomas es sentirse confuso, e incluso, no poder expresarse con claridad y una enorme dificultad para concentrarse.
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La sensación de niebla mental es transitoria, en algunos casos ocurre durante un día y en otros durante un mes. Si los síntomas se mantuviesen en el tiempo, lo ideal es visitar a un especialista que pueda darnos un diagnóstico certero.
En principio, estos síntomas no son graves, pero resultan frustrantes puesto que la persona tiene ciertos problemas para desarrollar su vida cotidiana.
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Niebla mental ¿Qué dicen los neurocientíficos?
La visión neurocientífica de la niebla mental es que la sensación es parecida a la que sienten los pacientes con demencia. Algunos de los síntomas son:
- Problemas de memoria a corto plazo e incapacidad de recordar nombres que acabas de leer o escuchar.
- Desorientación.
- Problemas para procesar la información cotidiana.
- Imposibilidad de tomar decisiones o concentrarse en algo.
Causas de la niebla mental
Las causas de la niebla mental son muchas y variadas. Algunas de las más comunes son:
- Estrés. El estrés provoca muchos cambios en el organismo, principalmente a nivel hormonal.
- Mala alimentación. Somos lo que comemos y nuestro cuerpo y nuestro cerebro lo saben.
- Falta de ejercicio físico.
- Desmotivación, bien sea laboral o personal.
- Agotamiento físico o mental. Esta causa está directamente relacionada con el estrés. Cuando tenemos muchas cosas en la cabeza nos olvidamos de descansar y tendemos a agotarnos rápidamente.
- Desequilibrios de nutrientes.
- Depresión. Una reciente investigación de la Universidad de Michigan reveló que la niebla mental es mucho más común en las personas que sufren depresión o trastorno bipolar.
¿Cómo evitar la niebla mental?
Sería fácil evitar la niebla mental intentando no ser partícipe de las causas descritas en el punto anterior. Sin embargo, una vez que se sienten los síntomas, hay algunas acciones que podemos realizar para mitigarlos.
- Hacer del descanso nuestro mejor aliado. Incluso aunque no te sientas cansado. Cuando sientes que no puedes pensar con claridad es el momento de descansar, aunque sean cinco minutos.
- Utilizar la rutina. La rutina puede ser una gran aliada en los casos de niebla mental, intenta dejar las cosas en el mismo sitio y seguir unos hábitos rutinarios.
- ¿Las tareas difíciles? Para el mejor momento del día. Cada persona tiene un momento del día en el que es más activo física o mentalmente. Deja las tareas difíciles para ese momento.
- Evitar las multitareas. En nuestra vida cotidiana hablamos por teléfono mientras conducimos y al mismo tiempo intentamos leer el periódico. Es de locos ¿no? Para evitar la niebla mental evita también los procesos multitareas. Empieza una cosa y hasta que no la termines, no empieces otra.
- Mejora la calidad de tu sueño. Esta pauta no quiere decir que duermas 12 horas al día, sino que las horas que duermas, al menos 8, consigas tener un sueño reparador. Para ello puede ayudarte tener un ambiente confortable, establecer una rutina, levantarte siempre a la misma hora…
- Controla el estrés. Identifica las situaciones estresantes y evítalas. Cuando no puedas evitar estas situaciones intenta trabajar una forma de calmarte y relajarte.
- Si sabes que la niebla mental te confunde, puede ser útil tener alguna respuesta planificada para esos momentos. Respuestas sencillas que te permitan aplazar lo que estés haciendo para otro momento en el que la niebla mental haya pasado.
- Medita. La meditación no sólo te ayudará a controlar el estrés sino que también será una gran aliada para aumentar tu concentración.
