Parpadeo en el ojo: ¿presagio de cambios en nuestra vida?

Existen tradiciones y supersticiones populares que han llegado a nosotros por transmisión oral y se remontan a muchos siglos antes. El gato negro que se cruza, la locura que en algunos casos produce el influjo de la Luna (de ahí lo de lunáticos), la mala suerte ocasionada por un espejo roto. El parpadeo en el ojo es otra de estas supersticiones que aún siguen en vigor.

¿Quién no lo ha sufrido alguna vez? Seguro que recordamos haber notado ese movimiento involuntario del párpado cuya intensidad varía según los casos así como el tiempo de duración. No duele, pero si molesta durante unos instantes. Aunque carece de importancia, sí hace que nos preguntemos por qué ocurre. A veces el parpadeo del ojo se produce varias veces en un periodo relativamente corto de tiempo. ¿Es que anuncia algún suceso?

El parpadeo en el ojo y la tradición popular

En folclores hindúes, chinos y algunos africanos, el parpadeo en el ojo presagia cambios vitales. Tales novedades no siempre tienen por qué ser malas ni buenas, hay de todo. Desde el embarazo de una mujer de la familia hasta la muerte de un ser querido o la llegada de una buena cantidad de dinero al hogar.

Rizando un poco el rizo, en China hay una superstición incluso que interpreta el parpadeo en el ojo en función de la hora del día en que se produzca. Si tiene lugar a las cuatro de la mañana significa la cercanía de una celebración importante. En cambio, si el parpadeo ocurre al mediodía augura la llegada de un desastre inminente.

Desde tiempos remotos, el parpadeo en el ojo supuso para un gran número de hombres y mujeres una señal de advertencia. Algo iba a ocurrir en breve pero no se sabía qué. Por este motivo quienes los sufrían se mostraban más atentos en las actividades que realizaban. En casos extremos incluso se evitaba salir de casa para evitar algún posible mal.

A nuestros días ha llegado la costumbre de interpretar que el parpadeo en el ojo derecho de las mujeres implica mala suerte y el izquierdo significa buenas noticias. En los hombres sería a la inversa.

¿Qué dice la ciencia ?

Pues aunque tenga más encanto la tradición popular, lo cierto es que la medicina moderna dispone de una explicación científica. Se trata de contracciones involuntarias de ciertas fibras musculares del orbicular del párpado. Dicho músculo es el encargado de realizar los movimientos que hacemos con el ojo, tanto al abrirlo como al cerrarlo.

Si bien no se trata de movimientos beneficiosos, tampoco implica ningún tipo de perjuicio. Tanto la intensidad del parpadeo en el ojo como la duración del mismo varían según los casos. Puede tratarse por tanto de un temblor imperceptible o tan intenso que, en casos extremos, llegue a distorsionar la visión.

En la mayoría de las situaciones, sin embargo, este tipo de parpadeos están originados por el estrés, la falta de sueño o excesos en la ingesta de cafeína o de alcohol. Por lo tanto estamos ante casos a los que se les puede poner fácilmente remedio.

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