Pixiu: protector de las casas y la fortuna

Pixiu es un criatura de la mitología china muy valorada por los practicantes del Feng Shui por considerarse protector de los hogares y sobre todo, un amuleto para atraer la fortuna. Tiene dos versiones: la femenina Bi Xie, con dos cornamentas, y otra masculina Tiān lù, con una cornamenta. Es una imagen de fuerza, se asemeja a la vez a un león y un dragón, tiene los ojos saltones y los dientes afilados.

Pero más allá del aspecto de la figura, lo interesante es conocer cómo surge historia mitológica y cuáles son sus dotes mágicos de protección y atracción de la fortuna.

La historia de Pixiu

Cuenta la mitología china que Pixiu fue una criatura que violó la ley celestial, defecando en el suelo. Eso enfureció al Emperador de Jade, quien decidió castigarlo. Por eso, lo condenó a tener una dieta únicamente de oro y el ano cerrado. Desde entonces, Pixiu solo puede comer oro pero no puede expulsarlo.

Es por eso que se considera que la figura de Pixiu en el hogar atrae la fortuna y ayuda a retenerla. Evita que se produzcan grandes pérdidas económicas en el hogar y es símbolo de adquisición y conservación de la riqueza.

Pixiu y los espíritus malignos

La protección de Pixiu no es solo en lo referido a la riqueza y la fortuna. Esta criatura es feroz y guardiana, que deja ver grandes colmillos en la boca. Estos son usados para atacar demonios y espíritus malignos, absorbiendo su esencia y convirtiéndolos en riqueza. El pixiu también protege contra las enfermedades causadas por esos espíritus malignos.

Cómo utilizarlo según el Feng Shui

Ancestralmente, en China, era común encontrar figuras de pixiu en antiguos edificios, con la intención de atraer el qi (energía vital) positivo. De hecho las casas de personas importantes, como emperadores, tenían estatuas de pixiu en las cuatro esquinas del tejado. También era común que estas figuras aparecieran en las tumbas de las grandes figuras de la época, para protegerlas.

Bajo esta tradición ha continuado el uso de pixiu en el Feng Shui y una primera recomendación es que la figura de este animal mitológico debe situarse mirando fuera de la casa, idealmente cerca de las aperturas o entradas.

Idealmente, la imagen protectora no debe estar mirando directamente a una persona, en actitud desafiante. De hecho, no debería colocarse en el suelo pero tampoco a la altura de los ojos.

De ninguna manera debe tocarse la boca del pixiu porque podría arruinar su poder para atraer y conservar la riqueza.

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