Júpiter trae expansión y crecimiento: conoce al planeta regente de 2025

Uno de los temas más comentados en astrología al cambiar de un año a otro es la regencia planetaria. La curiosidad nos lleva a preguntarnos quién será el planeta que gobernará el próximo año y qué sabemos sobre él. Pero, antes de saber cuál será el planeta regente de 2025, vamos a tratar un tema igualmente mencionado y algo polémico: al final, ¿realmente existe un planeta regente del año?

¿Planeta regente de 2025: sí o no?

A muchos astrólogos conservadores no les gusta considerar la existencia de un planeta regente anual. Esto se debe a que la idea solo se popularizó gracias a los astrólogos caldeos, que tenían un método único de contar basado en el sistema geocéntrico de la Tierra. Es decir, atribuían la gobernanza planetaria según la distancia respecto a la Tierra, organizada en función de las velocidades de los planetas, del más lento al más rápido (ya que la Luna, en astrología, es considerada un planeta.): Saturno, Júpiter, Marte, Sol, Venus, Mercurio y la Luna.

Los caldeos usaban una estrella de 7 puntas para definir la regencia planetaria anual, conocida como el «orden caldeo». Cada punta corresponde a uno de los siete planetas visibles a simple vista, como se mencionó antes. Esa configuración también se puede encontrar en los días de la semana, además de la regencia anual. Es decir, según ellos, el ciclo se repite cada 7 años.

Como se mencionó anteriormente, muchos astrólogos tradicionales no gustan de este sistema, utilizando solo los movimientos planetarios que ocurren durante el año, y no la existencia de un regente, únicamente. Sin embargo, a los astrólogos más modernos sí les gusta usar la regencia anual, ya que, de una manera u otra, la energía acaba impactando de forma colectiva y no solo individual, lo cual debemos considerar mucho si evaluamos el conjunto.

La regencia anual solo comienza en marzo de 2025

La regencia anual, al contrario de lo que muchos creen, no empieza en el cambio del 31 de diciembre al 1 de enero. El inicio de esta regencia ocurre cuando el Sol entra en el primer signo del zodiaco, Aries, el 20 de marzo. Este conteo se debe al hecho de que, para la astrología, esa fecha es la que marca el inicio real de un nuevo ciclo – lo que llamamos el Año Nuevo Astrológico.

Hasta el 20 de marzo de 2025, todavía estaremos bajo la regencia de Saturno. El planeta maestro del Universo marca un período de muchas rupturas y nuevos comienzos. El año 2024 trajo la necesidad de actuar con más seriedad, disciplina y responsabilidad ante las circunstancias de nuestra vida, tomando en cuenta una mirada más madura y esclarecedora sobre lo que ya no nos aporta. Todo lo que no estuviera basado en cimientos firmes y sólidos, la energía de Saturno acabó por derribarlo. Con esto, saldremos más selectivos y responsables con todo lo que ocurre en nuestra vida.

Júpiter, el planeta regente de 2025

Según la teoría caldea, el próximo planeta en llegar para la regencia anual es Júpiter, el gran benéfico. Conocido como el planeta de la buena suerte, Júpiter trae una energía de expansión y abundancia, pero también de excesos. Regente natural del signo de Sagitario y primer planeta del signo de Piscis, Júpiter llega en 2025 trayendo una energía, sí, de prosperidad, pero también de vigilancia.

Por ser un planeta con características energéticas y espirituales bien marcadas, el autoconocimiento será necesario en esta jornada, ya que la expansión de la conciencia también está ligada a este planeta. Se equivoca quien piensa que será un año solo de facilidades y cosas buenas – la medida de Júpiter se manifiesta según cómo manejemos nuestra propia esencia. Es decir, si estamos dispuestos a mejorar nuestra energía en pos del crecimiento, ahí sí que Júpiter actuará de manera expansiva – si no, el camino opuesto es seguro.

En el trabajo, podemos seguir un camino de oportunidades y crecimiento, si estamos vibrando en esa energía – los pensamientos limitantes no tienen cabida en un año de Júpiter. En el amor, será un año para romper paradigmas, conocernos más profundamente con el fin de conectarnos con personas que tengan la misma energía, de modo que ese sentimiento y ese propósito se expandan cada vez más.