En las culturas antiguas que veneraban a las fuerzas de la naturaleza, el poder del eclipse solar era entendido como el poder de los dioses manifestado en la tierra.
Los eclipses solares son fenómenos muy poco frecuentes en los que interviene el Sol, la Luna y la Tierra.
¿Por qué se produce un eclipse solar?
La Luna, la Tierra y los demás cuerpos celestes giran alrededor de su eje y al mismo tiempo realizan una órbita alrededor del Sol.
Cuando la luna se encuentra en su fase de luna nueva, está orbitando muy cerca del Sol desde la perspectiva del ojo humano desde la Tierra y es en ese momento cuando el eclipse solar es perceptible. Cada año se producen, de media, de 2 a 5 eclipses.
¿Cuántos tipos de eclipses solares existen?
Podemos diferenciar 3 tipos principales de eclipses solares:
- Eclipse total: Que es cuando la luna cubre totalmente el sol.
- Eclipse anular: El Sol y la Luna está alineados pero el tamaño de esta última es más pequeña por lo que podemos ver el Sol como si fuese un anillo.
- Eclipse parcial. En este tipo de eclipses sólo se ve una parte del disco del sol.
Los eclipses en las culturas antiguas
El poder del eclipse solar no pasó inadvertido para las distintas culturas. Para los vikingos, durante los eclipses los lobos perseguían al Sol para comérselo y dejar la Tierra en total oscuridad.
Para los egipcios, el Sol y la Luna eran los ojos de Horus. Un día, mientras se encontraba peleando con el dios malvado Set, le arrancó un ojo produciendo con ello un eclipse.
En otro sentido, la mitología griega explicaba los eclipses como los momentos de encuentro entre el Sol y la Luna, dos jóvenes astros enamorados pero que nunca podían encontrarse debido a un castigo de Afrodita. Por ello, el poder del eclipse solar, está explicado como el poder del amor.
El poder del eclipse solar
Para que un eclipse solar tenga lugar, necesariamente la luna tiene que estar en fase de Luna Nueva y por lo tanto su connotación espiritual es la de un nuevo comienzo.
El poder del eclipse lunar actúa como una fuerza creadora impulsora mediante la cual los cambios que ya habíamos iniciado en otras fases lunares se concretizan.
Normalmente el poder del eclipse solar consiste en revelarnos una parte de nosotros mismos o de nuestro entorno que, hasta el momento, no había permanecido visible.
Por ello, podemos aprovechar su fuerza como el catalizador para tomar algunas decisiones que habíamos postergado para otros momentos.
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