Conozca las profecías de San Malaquías en este post
Malaquías de Armagh fue un arzobispo católico irlandés que fue canonizado por el papa Clemente III en 1190. Nacido en 1094 en la localidad de Armagh, es famoso por las dos Profecías de San Malaquías, la primera presagia a los 112 Papas (dese 1595) y la profecía sobre Irlanda (1690), ambas reveladas más de cuatro siglos después de su muerte.
En términos oficiales, la Iglesia nunca dio mucha importancia a las profecías de San Malaquías.
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Profecías de San Malaquías: los cinco últimos papas
Pastor et Nauta
Para el Papa número 107: Juan XXIII (1958-1963) – el término Nauta (timonel) también se refiere a Venecia, ciudad inundada, donde nació.
Flos Florum
Para el papa número 108: Pablo VI (1963-1978) – su traducción es: “Flor de las Flores”. Elegido papa en 1963, su escudo de armas contenía tres flores de lis.
De Medietate Lunae
Para el papa número 109: Juan Pablo I (1978) – su traducción es “De la mitad de la luna. Albino Luciani, nombre de bautismo del papa Juan Pablo I, significa” luz blanca”.
Su papado duró sólo 33 días, es decir, reinó por el período de un mes lunar. Su diócesis de origen, Belluno, quiere decir en latín “bella luna”.
Juan Pablo I también murió un mes después de convertirse en papa. Hay sospechas de que fue asesinado al intentar “sanear” el Banco del Vaticano y anular la influencia de la mafia italiana.
Malaquías incluye una frase sobre ese papa: “Salve amore, pater nostro, mediatore sactissimo, presunta víctima” (Salve, amado padre, santo mediador, futura víctima).
De Labore Solis Optimo
Para el papa número 110: Juan Pablo II (1978-2005) – Durante la Segunda Guerra Mundial, el futuro papa Karol Wojtila trabajó como minero y obrero en una fábrica de productos químicos en Polonia.
Wojtila nació en 1920 en un día de eclipse del sol y murió en 2005 en un día de eclipse solar. Juan Pablo II fue incansable trabajador, habiendo sido el papa que más viajó alrededor del mundo.
Gloria Olivae
Para el Papa número 111: Benedicto XVI (2005-2013) – Jospeh Ratzinger nació en un sábado de Gloria, el último sábado antes de la Semana Santa, que se inicia al día siguiente del Domingo de Ramos (de oliva).
Escogió su nombre homenajeando a San Benito, perteneciente al orden de los “olivetanos”, también llamada orden de los Benedictinos.
Francisco
Las profecías de Malaquías siguen valiéndose para los que creen en ellas. El Papa 112 sería el temido “Peter Romanus” (“Pedro El Romano”), el último Papa antes del advenimiento del fin del mundo.
A pesar de que el nombre del nuevo Papa no es Pedro y que él tampoco escogió para sí el nombre “Pedro II”, estudiosos recuerdan que el nombre de San Francisco de Asís (de quien Bergoglio decidió tomar el nombre Francisco) es Giovanni di Pietro De Bernardone.
Al mismo tiempo, recuerdan que San Francisco también era romano, ya que nació en Italia, en 1182, en la época en que parte de ese territorio formaba parte del Sacro Imperio Romano-Germánico, que tuvo como primer emperador a Carlomagno, coronado el 25 de diciembre del 800 y como último, curiosamente, a Francisco II, que abdicó y disolvió el imperio en 1806 durante las Guerras Napoleónicas.
Otra curiosidad es que San Francisco, al iniciar su nueva vida, trabajó como albañil, ayudando a reconstruir diversas iglesias en las afueras de Asís.
También el hecho de que el propio papa Francisco se refirió a Argentina, su país de origen, en su primera aparición: “Han ido casi hasta el fin del mundo para buscarme“.
A favor de esto, pesa una profecía hecha, en 1527, por el Monje de Padua – el mismo que años más tarde publicaría las profecías de San Malaquías -, que dice que el último papa llegaría a Roma de una tierra lejana para encontrar tribulación y muerte”.
En la historia de la Iglesia Católica nunca hubo un papa jesuita y llamado Francisco, éste también será el primero.
La profecía sobre Irlanda
Esta profecía de San Malaquías, supuestamente escrita por él, se refiere a los hechos futuros que ocurrirían en Irlanda.
En ella expresa que Irlanda caerá en poder de Inglaterra y padecerá persecuciones y calamidades, durante siglos (supuestamente entre fines del siglo XII y fines del siglo XIX). Después de este tiempo Irlanda, sería liberada de sus opresores e influiría fuertemente en la conversión de Inglaterra al catolicismo.
Esta profecía acierta en el sentido de que Irlanda efectivamente cayó bajo el yugo de Inglaterra durante años y tuvo influencia en el anglicanismo en Inglaterra, además Irlanda se libera después de la primera guerra mundial.
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