El oráculo. Lugares sagrados o la respuesta de los dioses.
¿Qué es el oráculo?
Si buscamos su definición en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española encontramos distintas acepciones.
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La primera de ellas viene especialmente referida a la Antigüedad grecorromana, en la que el oráculo era una respuesta que una deidad daba a una consulta, a través de un intermediario y en un lugar sagrado.
También se refiere a oráculo como un lugar sagrado en el que se consultaba la opinión de una deidad sobre un determinado tema.
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El oráculo y las respuestas
Aunque todo lo relacionado con el oráculo es una mezcla de mito y leyenda, los historiadores parecen coincidir en que existía una figura llamada Pitia.
La Pitia era una sacerdotisa por cuya boca hablaban los dioses y que era ella misma la encargada de recibir a los consultantes y darles la respuesta que venían buscando.
La pitia o pitonisa era escogida entre un grupo de mujeres caracterizadas por su buen hacer y sabiduría. Debía su vida al oráculo, donde debía vivir hasta el momento de su muerte.
A partir de ahí se abren infinidad de versiones disponibles. Algunos historiadores indican que era la propia Pitia quien escogía una u otra respuesta, otros que ella entraba en trance y que de su boca salían las palabras del Dios.
Demasiadas informaciones contrapuestas que sólo dejan la certeza de que, lo ocurría dentro del oráculo y la manera de hacer de la sacerdotisa, es un misterio.
Oráculos emblemáticos
La introducción formal del tema nos da muchas pistas sobre lo qué es el oráculo y su origen.
Si hacemos un viaje por la historia encontramos restos arquitectónicos de lugares sagrados donde numerosas personas se acercaban para obtener respuestas por parte de deidades sobre cuestiones básicas de su existencia.
A pesar de que los más conocidos son los griegos, encontramos distintos lugares sagrados con la misma función en otras cultura. Algunos ejemplos de estos oráculos son:
- Oráculo de Delfos. En el monte Parnaso, un centro importante de culto que también servía como santuario del Dios Apolo.
- Oráculo de Dódona. Mencionado en la Odiosea de Homero con la siguiente cita: “Odiseo se hallaba en Dodona para saber por la alta encina la voluntad de Zeus sobre si convendría que volviese manifiesta o encubiertamente al rico país de Ítaca, del cual se había ausentado hacía mucho tiempo”.
- Oráculo de Delos.
- Oráculo egipcio. Los más conocidos fueron los de Heliópolis y Abidos. Las consultas se hacían mediante una persona que escribía las preguntas y las dejaba en el santuario. Pasado un tiempo se devolvían las respuestas de la misma forma.
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