San Ildefonso, fervor por la Virgen María
San Ildefonso es ampliamente conocido dentro de la Iglesia por su gran devoción hacia la Santísima Virgen. De ahí, que también es conocido como «El Capellán de la Virgen María» así como el «Doctor de la Virginidad de María». El nombre de San ildefonso quiere decir «preparado para el combate» y su fiesta se celebra el día 23 de enero.
Nació en Sevilla, España, fue sobrino de San Eugenio y discípulo de San Isidro. Luego de entrar a la vida sacerdotal a temprana edad, fue nombrado Arzobispo de la ciudad en el año 657, cargo que ocupó por más de nueve años. En esa misma ciudad también fundó un convento de religiosas. San Ildefonso es autor de célebres obras, muchas de ellas relacionadas con la Santísima Virgen.
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El encuentro de San ildefonso con la Santísima Virgen María
Precisamente debido al gran fervor de San Ildefonso por la Virgen María, cuenta la historia que un día, durante el mes de diciembre, San Ildefonso y otros sacerdotes se dirigieron a la capilla para entonar cantos a la Santísima Madre.
Se percataron de una luz brillante que salía del interior. Se trataba de la Virgen María quien le pidió a San Ildefonso que se acercara para obsequiarle una casulla que le había obsequiado su hijo. Ella misma le dio instrucciones para que la utilizara solo durante los días festivos. En la Catedral de Toledo reposa la piedra en la que la Madre de Dios colocó sus pies durante la aparición.
También se dice que San Ildefonso se encontraba un día rezando ante las reliquias de Santa Leocadia y la propia mártir le agradeció el profundo amor que profesaba por la Santísima Virgen María.
El legado de San Ildefonso
De la vida de San Ildefonso se conocen pocos detalles, al contrario que de su prodigiosa obra. De ahí que se le concediera el título de Doctor de la Iglesia Católica.
La principal obra de este Santo es «Sobre la virginidad perpetua de Santa María contra tres infieles», seguido por las «Anotaciones sobre el conocimiento del bautismo» y «Sobre los varones ilustres» por nombrar solo algunas. Se le atribuye también la unificación de mucha de la liturgia española, aunque lamentablemente no se conserva todo aquello que escribió.
Se le atribuyen aportes para el canon 1º del X Concilio de Toledo sobre la fiesta de la Encarnación que se conmemora el 25 de marzo, así como de Santa María para el 18 de diciembre. El oficio para la tradicional Misa de Navidad también fue tratada por San Ildefonso. Grandes autores de la literatura mundial incluyeron alguna referencia de la vida de este gran santo como Gonzalo de Barceo y Lope de Vega.
En la Catedral de Toledo se encuentra un dedo considerado como una valiosa reliquia que, de acuerdo a un documento de data 1674, se constataba que en efecto pertenecía a San Ildefonso. Es el patrono de la ciudad de Zamora así como de Toledo. En otras partes del mundo como Perú y Guatemala también es muy valorado este Santo para toda la comunidad.
Oración a San Ildefonso
Oh clementísima Virgen!,
que con mano piadosa repartes vida a los muertos,
salud a los enfermos,
luz a los ciegos,
solaz a los desesperados
y consuelo a los que lloran.
Saca de los tesoros de tu misericordia
refrigerio para mi ánimo quebrantado,
alegría para mi entendimiento
y llamas de caridad para mi durísimo pecho.
Sé vida y salud de mi alma,
dulzura y paz de mi corazón
y suavidad y regocijo de mi espíritu.
Y, pues, tú eres estrella clarísima del mar,
madre llena de compasión,
endereza mis pasos,
defiéndeme de riesgos de enemigos,
aléjame de todo mal y maldad,
hasta aquella postrera y suspirada hora en la cual,
asistido de tu auxilio,
enriquecido con tu gracia,
vencidas las enemistades del infernal dragón,
salga de este mundo
para los eternos y seguros gozos
de la vida bienaventurada.
Amén.
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