Siete dolores de la Virgen María, ¡Descubre cuales son!
Los siete dolores de la Virgen María son un conjunto de historias o de sucesos en la vida de la Virgen María y que están recogidos los textos bíblicos.
El interés por esos momentos fue tal, que en la historia del arte hay muchos ejemplos que los ponen en imágenes. En este artículo mencionaremos cada uno de ellos.
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Los siete dolores de la Virgen María
La profecía de Simeón en la presentación del Niño Jesús
Según se recoge en la Biblia, Simeón le dijo a la Virgen María: “Este niño está puesto para ruina y resurrección de muchos en Israel, y una espada traspasará tu alma”.
La huida a Egipto con Jesús y José
La Virgen María tuvo que huir con Jesús y José para salvar a Jesús de la muerte. En plena noche y con todas las dificultades que pueden vivirse llevando a un niño pequeño consigo.
Las penalidades y los sufrimientos que tuvieron en el camino se corresponden con el segundo dolor de los siete dolores de la Virgen María
La pérdida del niño Jesús en el templo
Jesús se perdió en el templo y durante tres largos días María lo buscó angustiada sin encontrarlo.
Todas las lágrimas que derramó durante esas horas sirven para ilustrar al que se convirtió en el tercer de los siete dolores de la Virgen María.
El encuentro de Jesús con la cruz a cuestas camino del calvario
El cuarto de los siete dolores de la Virgen María vino cuando vio a su propio hijo cargando el instrumento de su propio suplicio de muerte: la cruz.
La crucifixión y la agonía de Jesús
El dolor con el que más conectan las madres es el quinto, la crucifixión y la agonía de Jesús. La Virgen María contempló con sus ojos la crueldad de clavar los clavos en las manos y los pies de su hijo.
También tuvo que contemplar como, poco a poco, lentamente, se iba apagando e iba muriendo.
La lanzada y el recibir en brazos a Jesús ya muerto
El sexto dolor habla de cómo María presenció la lanzada que le dieron a Jesús en el corazón, que debió dolor como si estuviesen atravesando el suyo propio.
Después de ello, le devolvieron el cuerpo sin vida de su amado hijo.
El entierro de Jesús y la soledad de María
Después de acompañar a Jesús en todos sus sufrimientos, la Virgen María, la madre que ama a su hijo, se quedó sumida en la más profunda de las soledades, llena de aflicción, tras el entierro de su hijo.
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