Tabacomancia: señales del destino en el tabaco
La Tabacomancia es el antiguo arte adivinatorio de obtener información sobre acontecimientos pasados, presentes y futuros, a través de la interpretación del proceso de quema de un tabaco (puro, habano), cigarro o cigarrillo.
Durante la sesión de tabacomancia, el practicante toma en consideración la forma como se incinera el tabaco (mientras lo fuma), el color de las cenizas, la dirección del humo, y las figuras que pueden aparecer en el elemento.
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Se trata de una técnica asociada principalmente a la magia tradicional (brujería), el espiritismo, y corrientes espirituales de raíces africanas, como la Santería, el Vudú y el Palo Mayombe.
No obstante, es posible encontrar expresiones y técnicas asociadas a la Tabacomancia, en otros sistemas esotéricos u ocultistas.
¿Qué sucede en una sesión de Tabacomancia?
Partiendo del principio de que cada tradición mágica posee sus propias normas y protocolos, que son transmitidos de maestros espirituales a estudiantes y que, por lo tanto, no existe una visión única del asunto, podemos identificar tres fases en una sesión de Tabacomancia:
- Consagración del elemento a utilizar (tabaco, cigarro, cigarrillo).
- Incineración del objeto (el tabaco es fumado o quemado).
- Análisis de los resultados (puede suceder en simultáneo con la fase 2).
La consagración del tabaco comprende recitar una serie de oraciones y formulas esotéricas, comúnmente acompañadas por el nombre completo y la fecha de nacimiento de la persona interesada.
Las plegarias utilizadas suelen ser enseñadas a cada practicante por su maestro o guía espiritual.
Sin embargo, uno de los métodos más populares, consiste en rezar un padrenuestro y una avemaría, en nombre del sujeto a consultar; mientras se sostiene el tabaco con la mano dominante, (la que se emplea para escribir).
En esta secuencia, el portador del tabaco concluye el proceso de consagración persignándose, haciendo la señal de la cruz, empleando para ello la mano en la que mantiene el elemento.
Lectura del tabaco
Una vez consagrado el tabaco, se procede a encenderlo y el trabajador espiritual enfoca su atención en la interpretación del mismo, de acuerdo con su propio conocimiento y experiencia.
Es importante destacar que esta fase de la sesión de Tabacomancia, puede ejecutarse en distintos formatos:
- El practicante fuma el tabaco consagrado;
- El elemento se consume por sí mismo, sin intervención;
- El practicante cede el tabaco al interesado, quien será el único en fumar;
- Se consagran dos tabacos, y tanto el practicante como el interesado, fuman simultáneamente.
De la misma forma, algunos tabacomantes realizan un pequeño ritual de purificación del individuo a consultar, antes de iniciar la sesión, usando para ello un tabaco, cigarro o cigarrillo encendido, cuyo humo direccionará para que envuelva al sujeto.
Una vez seleccionada la técnica de preferencia, para la quema del tabaco, el practicante enciende el elemento y procede a estudiarlo.
Interpretación de las señales en la Tabacomancia
La mayoría de los trabajadores espirituales dedicados a la Tabacomancia, como arte adivinatorio, identifican la parte superior del tabaco con el hogar y la familia del sujeto; el extremo inferior, con la personalidad y salud del individuo, en sí mismo; la izquierda, con su mundo emocional; y la derecha, con el ambiente en el que se desenvuelve.
La sesión puede efectuarse de forma libre, en la cual el practicante comunica la información recibida al interesado, sin imponer ningún tema en particular; o con la guía del sujeto, que planteará un determinado cuestionamiento.
Nota: es posible que, en la sesión, el tabacomante fume más de un tabaco para responder las inquietudes presentadas; pero una vez concluido el procedimiento, no se recomienda realizar una nueva consulta a la misma persona, en los próximos 7 días (ciertos trabajadores espirituales proponen plazos más extensos, de hasta 3 meses, entre sesiones).
Si bien pueden analizarse diferentes aspectos (humo, residuos, velocidad en la que se consume el elemento), el foco principal es colocado en el análisis de las características de las cenizas del tabaco, durante y después de la quema.
A continuación, se exponen algunas de las interpretaciones más comunes, utilizadas en la lectura de las cenizas del tabaco. Recordemos que, dependiendo de la tradición del maestro espiritual, pueden atribuirse diferentes significados a un mismo evento.
- Si la ceniza se mantiene adherida al tabaco, en línea recta y sin caer: buena suerte
- Si la ceniza se mantiene adherida al tabaco, curvada hacia abajo y sin caer: dudas, mala fortuna
- Si la ceniza cae, desde el primer momento: incertidumbre
- Si el tabaco se quema más de un lado, que de otro: contratiempos, decepciones
- Si el tabaco se quema uniformemente: felicidad, éxito
- Ceniza blanca: respuesta afirmativa
- Ceniza negra: respuesta negativa
- Ceniza blanca con partes oscuras: obstáculos, chismes, murmuraciones, envidia, rencor
- Si el borde o corona del tabaco (primera parte de la ceniza) es blanca: prosperidad, amor correspondido
- Si el borde o corona tiene puntos negros: rupturas, celos
- Escamas blancas hacia arriba en la ceniza: buenas noticias
- Escamas negras o grises hacia arriba: tristeza
- Raya blanca: estabilidad y buena fortuna
- Raya negra: intranquilidad, conflictos
- Puntos rojos en la brasa (flama del tabaco): sorpresas peligrosas
Existen muchos otros indicios que pueden ser interpretados en el análisis de las cenizas del tabaco, o que el practicante definirá según su propia experiencia, el listado presentado solo señala los más comunes.
Atención: la lectura del tabaco en nombre de una tercera persona es una práctica común; sin embargo, muchos tabacomantes se abstienen de ella, por considerarla poco ética.