25 de Julio: el poder místico del Día Fuera Del Tiempo

El 25 de julio se llama «El día fuera del tiempo», ya que es la culminación del calendario de 13 lunas que se originó en la ciencia maya del tiempo: cierra 13 lunas de 28 días = 364 días. En este sentido, el día fuera del tiempo es un día adicional, el día 365, el último día del año en el calendario maya.

Como día «libre», se dice que está cargado con energía espiritual y con una apertura atípica de portales de energía, lo que permite una conexión más intensa con el mundo espiritual.

Se compara con el 31 de diciembre del calendario gregoriano y, como tal, lo celebran personas de todas las culturas que reconocen la importancia de un cálculo natural del tiempo. Julio es visto como un mes donde se lleva a cabo una fuerte intersección del tiempo. Según el calendario maya, en este mes en particular hay dos días sagrados, y ambos marcan un final y un comienzo.

La importancia del día fuera del tiempo en el calendario maya

El 25 de julio entramos en el portal del día fuera de tiempo, un lugar donde todo y nada existen simultáneamente. De la misma manera que vuelve a alinear el calendario de 13 Lunas y el año solar, también es un día especial para alinear nuestras propias energías.

Necesitamos verlo como un momento de cambio, proyección y evaluación, perfecto para dejar ir lo que ya no nos sirve y eso no debería ser parte del nuevo ciclo que comienza ahora. La gratitud es también uno de los mejores ejercicios que podemos hacer en esta fecha. Deberíamos estar agradecidos especialmente por lo que nos ha preocupado, ya que nos ha hecho avanzar. Tal vez sea por las dificultades que más debemos agradecer, recibiendo con igual alegría las lecciones que les quedan.

A pesar de que el 26 de julio marca el inicio de un nuevo ciclo, el día fuera de tiempo es más importante para los mayas que el Año Nuevo Maya, el 26 de julio.

El día de la semilla amarilla

El día fuera de tiempo también se llama el día de la semilla amarilla. Nos pide que conozcamos el poder de nuestras intenciones, palabras y acciones al igual que las semillas arrojadas al campo.

En este día en particular, necesitamos empoderarnos para alinearnos con el poder generativo de la tierra, listos para plantar semillas de lo nuevo. Y necesitamos plantar esas semillas con una intención, creyendo en el fruto, en la flor, impregnada de esperanza.

Aprovecha este día para enfocarte en ti mismo y en tus verdaderos deseos, para meditar en tus sueños, metas y esperanzas, para absorber la poderosa energía que está abrazando el Universo en esta fecha.

25 de julio: ojos en el presente momento

En el libro «El oráculo maya – Camino de retorno a las estrellas» por Ariel Spilsbury & Michael Bryner, hay un pasaje que nos gustaría subrayar:

La conciencia cósmica no está ahí fuera; también está resonando dentro de ti. Sé sagrado arraigado donde estás. Estás hecho de la tierra! Mira a través de los ojos en tus pies. Tu cuerpo es el foco presente de tu conciencia, a través de él se reciben todos los dones. Recuerda también que tu entorno está vivo y reacciona a tu conciencia de él; por lo tanto, la forma en que percibes la Tierra y su forma física afecta la información que recibes. El mayor regalo que puedes ofrecer al planeta es simplemente ser el amor. ¡Cree en ti mismo y en tus sueños y visiones! Recuerda tus dones especiales, tu camino de servicio en la Tierra, tu promesa de servir a la luz. Todo lo que eres se conecta con el todo mayor.

Esto quiere decir que en el día fuera de tiempo usted debería estar involucrado con este gran salto. Recuerda que cualquier acción que esté dirigida a la espiritualidad será bien recibida por el Universo. Céntrate en el momento presente y vive este fuerte guía espiritual.

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