Leche de almendras y sus beneficios para su salud
La leche de almendras es una bebida, de origen vegetal, preparada a base de almendras (crudas) trituradas y agua. En ocasiones, puede ser endulzada con miel o azúcar, aunque también es comercializada sin endulzantes.
A pesar de su nombre, la leche de almendras no contiene lácteos, es un producto 100% vegetal, que puede adquirirse en supermercados y tiendas naturistas, o confeccionarse artesanalmente por el propio consumidor.
¡Suscríbete a nuestra newsletter!
¿Te encanta la astrología? ¡Recibe contenido exclusivo!
Es un sustituto ideal para la leche de origen animal, aunque su ingesta está contraindicada (no recomendada) para personas con problemas de la tiroides, bebés y niños menores de 2 años, e individuos con alergia a los frutos secos.
Igualmente las personas que padezcan diabetes o alteraciones en el nivel de azúcar en la sangre, deben tener precaución con esta bebida, dado que la leche de almendras tiene un alto contenido de azucares.
Lee también: Beneficios de tomar jugos y batidos verdes
Calorías en la leche de almendras
Puedes utilizar la leche de almendras como base para preparar batidos de frutas, smothies e incluso helados. También es posible emplearla en la preparación de postres y otros platos, como sustituto de la leche de vaca.
Especialistas en nutrición estiman que una taza de leche de almendras aporta cerca de 40 calorías (una taza de leche de vaca contiene unas 140 calorías), pero este valor puede variar de acuerdo a los ingredientes usados.
El tipo de almendra empleada en la preparación de la bebida, puede influir en el aporte calórico, al igual que endulzantes y conservantes empleados en las versiones no artesanales.
Por ello, es fundamental que si decides incorporar este producto a tu dieta y eliges comprarlo a un proveedor (no prepararlo por ti misma), verifiques bien la etiqueta que indica los ingredientes utilizados y el valor nutricional del producto.
Propiedades de la leche de almendras
Lo primero que debes tener en cuenta, a la hora de ingerir leche de almendras, es considerar si estás entre los grupos de riesgo que no pueden tomarla.
Consulta sobre el tema con tu nutricionista de confianza. Entre los beneficios de tomar leche de almendras, tenemos que:
- No contiene gluten, lactosa, ni colesterol, lo que la convierte en una interesante alternativa para celíacos, y personas con intolerancia a la lactosa
- Por su bajo contenido calórico, es un producto recomendado en dietas para perder peso, además no contiene grasas saturadas
- Es una fuente de vitamina E, A, B12 y D, proteínas, potasio, zinc, fósforo y otros
- Contiene fibra, por lo que protege las paredes intestinales
- Contribuye a disminuir el nivel del colesterol y triglicéridos
- Al tener un alto contenido de potasio, la leche de almendras puede ser utilizada para restituir el equilibrio del organismo, después de vómitos y diarreas
- Las vitaminas E y B12, presentes en la leche de almendra, ayudan a recuperar el cabello, las uñas y la piel
- El bajo nivel de sodio, entre los componentes de la leche de almendra, lo convierten en un producto apto para personas que padecen de enfermedades del corazón
¿Cómo preparar leche de almendras en casa?
Puedes preparar leche de almendras en tu propia casa, de forma sencilla. Para ello necesitarás: 3 tazas de agua, 1 taza de almendras crudas (enteras), sal, azúcar o miel al gusto.
Coloca las almendras en remojo durante la noche (mínimo 8 horas). Pasado ese período de tiempo, saca las almendras del remojo, lávalas con agua fresca (nueva), escúrrelas y llévalas a la licuadora. Bota el agua del remojo.
Agrega tres tazas de agua (nueva, no la del remojo) en la licuadora. Cierra el envase y licua por unos 10 minutos, cambiando la velocidad (alta, media, baja). Cuando adquiera una textura similar a la leche de vaca (liquido blanco), finaliza el proceso.
Cuela la bebida (con un colador fino), agrega una pizca de sal y azúcar o miel al gusto (también puedes agregar stevia). Guarda la leche de almendras en un recipiente de vidrio o plástico, con tapa, dentro de la nevera.
La leche de almendras, preparada de forma artesanal, puede conservarse en buen estado por un máximo de cuatro días, dentro de la nevera o frigorífico. Puedes agregarle unas gotas de esencia de vainilla o canela en polvo si quieres experimentar otros sabores.
Tip adicional: Puedes dejar las almendras en remojo por un día o dos, y la bebida obtenida será más cremosa. Si te decides por este método, no dejes los frutos en remojo al aire libre: colócalos en un envase con agua, cubierto por un paño ligero, dentro de la nevera.
La pasta resultante, al colar la leche de almendras licuada, puedes utilizarla como ingrediente para galletas u otros postres.