No pierda de vista las Lágrimas de San Lorenzo
Las lágrimas de San Lorenzo también son conocidas como Perseidas y hacen referencia a una lluvia de meteoritos que tiene lugar entre julio y agosto.
Es precisamente el 10 de agosto que se conmemora el día de San Lorenzo.
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Tradición de las Lágrimas de San Lorenzo
Se asocia con las lágrimas que derramó este santo al ser quemado vivo en la hoguera. De acuerdo a la tradición católica, su muerte se produjo en Roma por causa de su fe y la leyenda indica que el mártir habría dicho “dadme la vuelta, que por este lado ya estoy hecho”. Su cabeza se encuentra expuesta en El Vaticano.
La constelación que tiene más actividad en dicha fecha es la de Perseo, visible en el horizonte. A lo largo del año se registran varias lluvias de meteoritos, pero es en esta época cuando se produce en mayor cantidad y es más visible en la época de verano del hemisferio norte.
Precisamente, el cometa que es identificado con el nombre de 109P/Swift-Tuttle es el artífice de esta lluvia de estrellas o lágrimas de San Lorenzo.
Una historia mitológica que habla de su origen se remonta a la época de los griegos. Zeus bajó a la tierra para engendrar a Denae a través de una tormenta dorada debido a que esta se encontraba prisionera.
De esa unión nació Perseo, quien fue convertido en constelación, por lo que para recordar el momento de fecundación, produce la lluvia de estrellas.
El Ritual
Para aprovechar toda la energía de las Lágrimas de San Lorenzo, requerimos primero tomar un baño de limpieza, para lo cual mezclaremos el agua con pétalos de rosas. No tiene que realizarse directamente en una bañera, sino que puede mezclarse previamente.
Finalizado el baño, no se debe secar el cuerpo, sino colarse la ropa directamente. Posteriormente, se coloca en un vaso con agua un cristal rosado con sal justo frente a la ventana la noche de la lluvia de meteoritos.
Se recitan algunas palabras de agradecimiento al universo por todo lo bueno concedido y se implora alegría y esperanza.
Para pedir abundancia económica, puede prepararse en la noche de las Lágrimas de San Lorenzo, un amuleto. En una bolsa de tela dorada se colocan varias monedas con azúcar y se deja expuesta y abierta en la ventana esa noche.
Al día siguiente se ata con un cordón también dorado y se mantiene cerca a diario como imán para la prosperidad y el éxito en los negocios.
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