La sanación con ayuda de cristales se encarga de aprovechar el poder vibracional y curativo que estos poseen en beneficio de los seres humanos. Hay que tener en cuenta que dichos cristales tienen su origen en el corazón del planeta y han ido asimilando su energía durante miles de años. La hematita, el cuarzo, la fluorita o el ágata azúl son 4 de los mejores cristales para hacer una cura energética.
Gracias a ella es posible una sanación no sólo física sino también espiritual. Las energías se equilibran y nos ayudan a cambiar y evolucionar como personas. Recuperamos también las fuerzas perdidas. No obstante, debemos ser conscientes de que los cristales únicamente son una herramienta para tratar un problema. La gastritis, por ejemplo, está relacionada con ocultar emociones y no expresar sentimientos. El citrino es un cristal que favorece la conexión con el poder emocional, por lo que es recomendable utilizarlo para estos casos.
4 mejores cristales para hacer una cura energética
Cuarzo
Existe una amplia variedad de cuarzos adecuados para hacer una efectiva limpieza energética. Cuarzo rosa, blanco, ahumado… Su poder permite estimular el sistema inmunitario; equilibrar las emociones; disolver la energía negativa; reducir el estrés…
Pero sobre todo purifica. Por ello es quizá el más importante dentro de los mejores cristales para hacer una cura energética. La energía que emana del cuarzo permite una sanación energética de su poseedor, aportándole nuevas fuerzas y favoreciendo el desarrollo de su bienestar.
Hematita
Este cristal consigue armonizar cuerpo y espíritu. Su poderoso elemento yang es capaz de equilibrar los meridianos y acabar con la negatividad. De esta manera impide que las malas vibraciones puedan penetrar en el aura. Protege el alma, enlazándola con el cuerpo durante los viajes astrales.
La hematita tiene una poderosa conexión con la sangre. Aporta vitalidad, evitando así que perdamos energía a lo largo del día y favorece la desintoxicación sanguínea.
Fluorita
Es uno de los mejores cristales para hacer una limpieza energética del aura. Pero no solo sirve para curarla sino también para estabilizarla. Su poder termina con las energías negativas, integrando las buenas vibraciones y reorganizando tanto el cuerpo físico como el mental y el espiritual.
Fomenta el desarrollo de la destreza, la confianza en uno mismo y una mayor coordinación física y mental. La fluorita irradia una energía que hace que el poseedor sea objetivo e imparcial. Gracias a ella el aprendizaje es organizado, dando lugar a que se procese la información conforme se incrementa la concentración. Ayuda a reactivar la libido sexual.
Ágata azul
Dentro de los mejores cristales para hacer una cura energética, el ágata azul resulta especialmente indicado para conseguir que los niños se calmen. Su poder sanador atrae la paz mental, fomentando de esta manera la mejora de la expresión verbal. Gracias a ella es posible conseguir una mejor comunicación entre padres e hijos. Muy indicada también para neutralizar los ataques de ira.
El ágata azul favorece la concentración, convirtiéndose por tanto en un cristal ideal para aquellas personas que usualmente suelen ser dispersas o se angustian con facilidad.
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