Quinesiología, cómo puede beneficiarte

La Quinesiología es una disciplina que tiene como objetivo el movimiento del cuerpo humano con la finalidad de tratar problemas que afectan el sistema neuromuscular. La palabra deriva del griego kinesis, que se traduce como movimiento.

A través de esta práctica, pueden disminuirse los desequilibrios que existen en las personas. Su influencia puede observarse en distintas áreas como la medicina, la terapia ocupacional, las prácticas deportivas y la fisioterapia en líneas generales. Uno de los principales basamentos de la Quinesiología indica que el propio cuerpo cuenta con energía suficiente para regenerarse por sí mismo, solo es necesario alcanzar el equilibrio justo.

El origen de la Quinesiología se remonta a los años sesenta ,en Estados Unidos, de la mano del científico conocido como George Godoheart, quien estudió la anatomía humana y determinó que es posible realizar terapias musculares para corregir desequilibrios que pueden ocasionar problemas físicos y psicológicos.

Goodheart apreció cómo un paciente que no tenía movilidad presentaba nódulos en sus músculos. Tras un proceso de masaje previamente estudiado, logró recuperarse de forma asombrosa. Posteriormente, en los años noventa, sentó las bases de una nueva corriente conocida como Quinesiología aplicada. Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia han evolucionado en gran medida en cuanto a estas prácticas, por lo que se le ha concedido un enorme peso a la profesión como tal.

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Etapas de la Quinesiología

Para que puedan aprovecharle los beneficios de la Quinesiología, es necesario tener en cuenta varias etapas. A saber:

1. Evaluación, en la que el especialista observa la composición muscular que podrían ser causantes de procesos involuntarios o subconscientes.
2. Reconocimiento, que consiste en definir el problema y establecer vías para corregirlo.
3. Tratamiento, momento en el que se aplican los correctivos y se acompañan los resultados.

Se recomienda realizar varias sesiones mensuales para reducir el cansancio y los dolores. Sin embargo, luego de cada sesión es posible ver los resultados debido a los altos niveles de energía que se registran. Durante la terapia puede aplicarse frío y calor en el área que está siendo tratada, para obtener un mejor resultado.

Las áreas que son disfuncionales pueden apreciarse a través del test inicial. Una vez que se identifican y que se logra beneficiarse la circulación sanguínea y la oxigenación, los beneficios se multiplican en muchos sentidos que incluyen la disminución del estrés y la ansiedad.

Si se trabaja de forma coordinada con otras terapias como la acupuntura se reduce la probabilidad de que a futuro se presenten otras enfermedades.

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