Reflexología Podal ¿Conoces sus beneficios?
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La Reflexología Podal trabaja con las zonas reflejas de los pies, las cuales representan a los órganos con los que se encuentran conectadas, por vía energética o nerviosa. Como parte de los sistemas de terapia natural zonal, la Reflexología Podal busca estimular áreas reflejas en determinadas secciones del cuerpo, con el propósito de favorecer el proceso de sanación del individuo.
Para ello se sirve de un mapa, que muestra la ubicación de las zonas reflejas de cada órgano, en los pies. Éstas serán activadas, mediante la presión de los dedos del especialista, tal y como sucede en las sesiones de digitopuntura.
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Por lo general, los órganos situados en la parte izquierda del cuerpo, se pueden visualizar en el pie izquierdo; y los del lado derecho, en la extremidad inferior correspondiente (el pie derecho); mientras que los órganos pares, aparecen en ambos.
Es posible que la locación de las zonas reflejas varíe, en casos puntuales; no obstante, los mapas de Reflexología Podal suelen ser bastante específicos, sobre la disposición de los órganos. Por ejemplo, (a manera de referencia general) la zona refleja de la parte baja de la espalda y los intestinos se encuentra cerca del talón, y la cabeza en la punta de los dedos de los pies.
Orígenes de la Reflexología Podal
Los documentos más antiguos que hacen referencia a la Reflexología Podal datan del año 2330, antes de Cristo. Los maestros del milenario arte de la acupuntura la incluían en su campo de estudio, como parte del todo, (no una disciplina aparte).
La versión moderna de esta práctica es atribuida a los estudios del doctor estadounidense William H. Fitzgerald (1872 – 1942) sobre terapia zonal, y a la fisioterapeuta estadounidense Eunice Ingham (1879 – 1974), quien centró sus investigaciones en las zonas reflejas de los pies.
La teoría propuesta por Fitzgerald sostiene que diez meridianos recorren el cuerpo humano longitudinalmente, cinco en cada mitad, creando una conexión entre los órganos y determinadas áreas del cuerpo. Este estudio sentaría las bases para el desarrollo del mapa de las zonas reflejas.
Beneficios de la Reflexología Podal
La Reflexología Podal como terapia alternativa, que coadyuva los tratamientos médicos y psicológicos tradicionales, ha sido empleada para combatir problemas del aparato digestivo y el sistema reproductor femenino; dolores de espalda y en articulaciones; y trastornos como depresión, insomnio, estrés y migrañas, entre otros.
Algunos de los beneficios adicionales atribuidos a la Reflexología Podal, son:
- Reducción del dolor, muscular, óseo o de los órganos
- Relajación
- Recuperación de la flexibilidad
- Mejora de la circulación sanguínea y linfática
- Favorece el sistema nervioso, el aparato respiratorio, el sistema inmunológico y la eliminación de toxinas
- Facilita los procesos de embarazo y convalecencia
- Elimina bloqueos energéticos
- Estimula la creatividad, la vitalidad física y el buen humor.
¿Qué sucede en una sesión de Reflexología Podal?
La duración de una sesión de Reflexología Podal puede variar de 30 a 45 minutos o 1 hora, durante la cual el paciente se encuentra acostado (vestido) en una camilla, mientras el especialista estimula las zonas reflejas en sus pies.
Primero, se procede a masajear la extremidad a fin de relajarla y prepararla para el tratamiento. Después se ejerce una presión, suave, sobre las zonas reflejas. El paciente puede sentir algunas molestias, que debe notificarla de inmediato al especialista. Al finalizar, el consultante se levantará de la camilla, lentamente. En cada sesión se evalúan las sensaciones del sujeto, a fin de verificar los progresos.
Las sesiones de Reflexología Podal son aptas para hombres y mujeres, en todas las etapas de la vida (niñez, adolescencia, madurez, vejez), siempre y cuando no exista una contraindicación específica, (si tienes una condición especial, consulta con tu médico de confianza antes de someterte a este tipo de tratamiento).
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