San José de Calasanz, el santo de la educación para todos
San José de Calasanz, nacido en 1557, fue el fundador de la Orden de las Escuelas Pías y la primera persona del mundo en crear un sistema educativo gratuito para cualquier niño de cualquier clase social y de cualquier culto religioso.
Conmovido por las condiciones en las que vivían los niños de su época, escuchó la voz del Señor que le dijo: “José, entrégate a los pobres. Enseña a estos niños y cuida de ellos”. Fue declarado santo en 1767, y el papa Pío XII le declaró “celestial patrono de todas las escuelas populares cristianas” en 1948.
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Una vocación precoz
Recibió las primeras enseñanzas de sus padres y alrededor de los diez años se fue a estudiar gramática y humanidades en Estadilla. Allí jamás salió de sus labios una palabra impertinente o incorrecta, permaneciendo intacta su candidez. Alto y robusto, tenía todas las aptitudes para seguir la carrera de las armas que era lo que deseaba su padre. Pero José lo convenció a dejarle estudiar filosofía.
Su vivacidad e inteligencia lo llevaron a brillantes resultados. Esto agradó mucho al padre, que lo animó a estudiar derecho civil y canónico. La propuesta venía al encuentro de su gran deseo: ser sacerdote.
Algunos hechos de su infancia revelan los dones que había recibido, teniendo en vista su futura misión. Predicó proféticamente numerosos episodios ocurridos en familia y, advirtiendo su vocación pedagógica, solía reunir a los niños, subía en una silla como en un púlpito improvisado y les transmitía con mucha seriedad las lecciones de catecismo que recibía.
Obrero de un proyecto inmortal
En Roma, donde se fue a vivir después de escuchar un llamado interior, las escuelas eran un negocio de los privados.
Los que tenían suficiente dinero pagaban al profesor para darles clases en casa, o mandaban a los hijos a los célebres estudios (universidades), o a las escuelas comunales, instituidas por los municipios libres, en muchas ciudades del norte. Estas últimas faltaban en Roma y en eso pensó José Calasanz.
Hizo con las pocas economías de que disponía la primera escuela gratuita abierta a los hijos de los pobres, y se vio alentado a hacer más por la afluencia de tantos voluntarios, que se ofrecieron para enseñar gratuitamente a los niños. Fundó así las Escuelas Pias, benéficas instituciones que tuvieron inmediatamente la notoriedad que bien merecían. Se extendieron en todos los países europeos, trayendo, sin embargo, más dolores que alegrías al santo fundador.
Las pruebas, a las que Dios somete a sus santos, para separar la buena semilla de la cizaña, no tardaron en afligir a José, fue acusado de incapacidad por sus propios hijos, tras la imposición de un visitador deshonesto que quería quitarle el cargo de Superior General, el santo fue destituido de su cargo y la Orden descendió al nivel de una simple cofradía, es decir, prácticamente quedó suprimida. Con admirable paciencia y serenidad, José Calasanz se arremangó las mangas y con la obstinación reanudó el edificio que había caído.
La Orden resurgió de las cenizas, pero con los mismos programas sociales: de cultivar las jóvenes inteligencias de los niños de la periferia. José murió con la bella edad de noventa años, el 25 de agosto de 1648.
Oración a San José de Calasanz para los estudios
¡Oh glorioso san José de Calasanz!,
tú que experimentaste en tu vida la llamada de Jesús,
que fuiste cautivado por la mirada de los niños de la calle
y, sin pensarlo, dejaste todo para seguir al Maestro,
tú que en la infancia necesitada descubriste el Amor Divino,
el camino hacia una misión nueva y gratificante,
y olvidándote de ti mismo no dudaste en servirlos,
en ayudarlos, en entregarte en cuerpo y alma
para darles formación en la fe cristiana
y conocimiento en las letras humanas,
escucha mi plegaria, atiende mis peticiones.
Memorable y bendito educador san José de Calasanz
tú que sabes los que es estudiar y rendir examen,
te pido que me des paz y que me acompañes,
humildemente te ruego intercedas ante el Señor
y le solicites que sea mi guía y apoyo,
que me dé el valor y la constancia necesarias
para aprovechar cada minuto de mis estudios,
que pueda reflexionar con calma lo que me enseñan,
y llegado el momento de la prueba, del examen,
pídele que refuerce mi memoria y capacidad,
que sea cuidadoso, creativo y eficiente
para poder manejarme ante las dificultades que surjan;
así mismo que conceda paz y paciencia
a los que me van a examinar,
que sean equitativos y justos con todos.
San José de Calasanz bienaventurado,
por último te imploro me asistas y protejas en esta vida,
enséñame a imitar tus dones de caridad y paciencia,
de amor, bondad y entrega con mis semejantes
para llegar a merecer las recompensas Eternas.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
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