El Tikún, la experiencia reparadora de la misión de vida
La frase “reparar el mundo” es la traducción literal del antiguo vocablo hebreo “Tikún Olam”, uno de los conceptos fundamentales en el estudio del misticismo judío, conocido como Kabbalah.
Una metáfora, que forma parte de las enseñanzas cabalísticas, sostiene que el Universo fue creado cuando la energía divina no pudo ser contenida, dentro de un receptáculo, que terminó por quebrarse.
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De acuerdo con esta parábola, nuestro Universo está fracturado y necesita ser reparado (Tikún Olam), a través de las acciones justas, conscientes y piadosas de los hombres y mujeres del mundo.
¿Pero, cómo puede intervenir la humanidad en el Tikún? Sencillamente, mediante su camino personal: practicando el autoconocimiento y saldando las deudas de vidas pasadas, con las acciones presentes.
El Tikún personal se manifiesta en lo que nos causa dolor e incomodidad (personas y eventos), lo que se encuentra fuera de la zona de confort, y señala los aspectos que deben ser corregidos en la existencia actual.
El Tikún y la responsabilidad individual
Íntimamente ligado a la Ley del Karma, el Tikún es elegido por cada individuo antes del momento de su encarnación, con el propósito de cumplir con las responsabilidades eludidas en la vida pasada.
Por tanto, no se trata de un castigo, sino de completar las tareas propias de la experiencia carnal que el espíritu decidió (libremente) realizar. Conocer el Tikún te anula como víctima y te obliga a ser responsable de tu destino.
La incomodidad que produce el Tikún (sea una persona, un evento o un sentimiento), impulsa al individuo a alejarse de él; sin embargo, este tipo de comportamiento, solo genera que la situación se repita una y otra vez.
Mientras no exista una corrección o reparación del Tikún, continuará apareciendo en la vida del sujeto. Por el contrario, si la prueba es superada, el individuo gana confianza en sí mismo, y siente que ha encontrado su camino.
El Tikún en la astrología
La Astrología es una preciada herramienta a la hora de descubrir el Tikún personal. La posición de Saturno y los Nodos Lunares en la Carta Natal, puede orientar al individuo sobre los aspectos a superar, en el camino a la evolución.
La casa donde se encuentra Saturno, planeta maestro del karma, señala el área de nuestra vida donde se concentra el mayor aprendizaje, mientras que el signo de influencia explica las faltas cometidas en vidas pasadas.
Es importante tener claro, que todo Tikún tiene una justificación, no hay casualidad o improvisación. Al reconocer este aspecto, se facilita trabajar en la superación del miedo y otros sentimientos negativos, que impiden el desarrollo.
En este sentido, la localización del Nodo Norte describirá los pasos necesarios para la corrección; y el Nodo Sur señalará los errores cometidos en otras existencias.