Vibración de Leo, vitalidad para buscarse a sí mismo
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El Fuego Fijo de Leo produce una pasión autodefinida, consolidada y centrada. De esta manera la vibración de Leo da lugar a personalidades con muchísima energía y vitalidad.
Este Fuego Fijo se diferencia del Fuego Cardinal de Aries en que éste último empuja sin importar si lo siguen o no. En Leo en cambio existe el deseo, la necesidad de ser el centro de todas las miradas.
La vibración de Leo da lugar a la consolidación de un ser individual, con una identidad bien definida y separada del resto. Dicha individualidad está tan fuertemente asentada que permite formar una fuente propia de vitalidad convocante.
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La meta de la vibración de Leo
El objetivo fundamental de los nativos de este signo es la búsqueda de sí mismos. Una búsqueda interior que permitirá encontrar el Fuego de su ser central y mostrar de esta manera el latido de un corazón creativo y generoso.
Ese fuego que surge en su interior y que constituye su meta, debe ser visto por los demás como un elemento diferenciador. La pasión leonina aumenta conforme consigue el reconocimiento externo.
Tiene que ser diferente del resto de miembros del clan, grupo de amigos, compañeros de trabajo. Ese reconocimiento se deberá a sus propias acciones. Leo es el signo del individuo, y el descubrir la sensación de ser diferente a los demás le hace sentir su propia potencia.
La vibración de Leo hace que sus nativos necesiten reconocimiento, feedback, aplausos constantes para ratificar su propia expresión.
Vibración de Leo y su regencia por el Sol
Los signos del Zodíaco tienen analogías y resonancias con planetas concretos. En el caso de Leo su regencia corresponde al Sol, que no es un planeta sino una estrella, irradiadora de vida, luz y calor.
Por este motivo el lugar solar de Leo se asocia al centro que irradia, es quemado y vuelve a irradiar. Su vitalidad es infinita, como la generación de calor por el Sol. La combustión de Leo es solitaria, emanando luz a su alrededor. El centro de cualquier reunión.
Al ser Fuego fijo suele mirar la vida mirándose el ombligo. Algo que lo puede convertir en tiránico. Los nativos de este signo tienden a pensar que todo depende de ellos, que nadie lo hará mejor, por lo que se cargan de responsabilidades.
Cuando esto ocurre pueden convertirse en malhumorados jefes, lejos de su naturaleza alegre y vitalista que irradia buena vibra a su alrededor.
La vibración de Leo es vitalista, magnética y tiende a atraer a la gente a su alrededor. Tiene la virtud de saber buscarse a sí mismo.
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