Planetas sociales, la importancia de Júpiter y Saturno
Los dos planetas sociales, Júpiter y Saturno, representan profundos estados del ser, los cuales se viven como necesidades del superconsciente (Júpiter) y del subconsciente (Saturno).
Los planetas sociales van más allá de los factores básicos personales, propios de los planetas rápidos, y se preocupan de los factores motivacionales y colectivos más profundos. Júpiter y Saturno son sus representantes.
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Sivisión astrológica de los planetas
Dentro de la Astrología, los planetas son divididos en tres grupos.
El primero estaría formado por los planetas personales (Sol, Luna, Mercurio, Venus, Marte), cuyo movimiento es más rápido y reflejan los rasgos de personalidad y necesidades con las que nos identificamos como individuos.
El segundo serían los planetas sociales (Júpiter y Saturno), los cuales representan los contextos sociales y las motivaciones.
Aquí, la referencia fundamental es representar que nacemos en un contexto social, un momento histórico concreto y en una cultura que compartimos con la gente de nuestro entorno. Esta integración en un colectivo moldeará la manera de participar en el mundo.
Por último, el tercer grupo está compuesto por los planetas transpersonales (Urano, Neptuno y Plutón), quienes buscan la evolución de la humanidad y son el símbolo de las energías transformadoras que permiten el crecimiento colectivo.
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Júpiter y Saturno, los planetas sociales
En la Carta Natal, Júpiter se encarga de representar nuestra cultura e ideología. También nuestra aproximación filosófica y religiosa, así como todos aquellos conceptos que aprendemos en función del entorno en el que nos desenvolvemos y las creencias inculcadas por nuestro círculo social y cultural.
Cada persona nace en un momento histórico concreto, en un entorno determinado que determinará su forma de actuar futura, la capacidad de arriesgar o todo aquello relacionado con el crecimiento personal.
Todos los factores que representa este planeta social hacen que aumente nuestra idea de pertenecer a algo mayor que nosotros, de preocuparnos por el mundo en el que vivimos.
El segundo y último de los planetas sociales es Saturno. Simboliza lo que cada persona entiende por estabilidad, seguridad y tradición. Esta estabilidad suele llegar a menudo a partir de creencias y sistemas ideológicos.
Saturno es el encargado de hacernos sentir responsables por nuestras acciones. Gracias a él logramos crecer y madurar, logrando así que respetemos las normas sociales y universales para que podamos así desenvolvernos de una forma armoniosa en nuestra comunidad.
Saturno nos indica cuáles son nuestras limitaciones y nos muestra todo aquello hemos decidido eliminar de nuestra vida para que ésta tenga congruencia y seguridad.
Socialmente hace que creemos convenciones que nos permitan ocultar todo aquello que como individuos y sociedad hemos repudiado de nosotros mismos.
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