Grimorio, notas llenas de magia y conocimientos

En las películas los muestran como libros enormes, con telarañas y polvo, de color negro y siempre, aterradores; sin embargo, un grimorio tiene un origen lleno de magia, no necesariamente oscura, y que puede serte bastante útil a la hora de organizar tus rituales e información “mágica”.

Origen del grimorio

Los grimorios, como libros de hechicería, se remontan a la edad media europea, y de acuerdo a los expertos, sus fórmulas, hechizos y maleficios corresponden más, a traducciones del árabe que a brujería real.

Sin embargo, también eran muy conocidos los grimorios populares, que enseñaban a “enamorar damiselas”, aumentar las cosechas, criar ganado sin enfermedades, curar dolores de cabeza, entre otras cosas.

Eso sí, en ambos casos, tener un grimorio en casa durante la época de la inquisición, era una condena segura a la hoguera.

La mala fama del grimorio

Sin lugar a dudas, los grimorios gozan de muy mala reputación. ¿La razón?, influencias religiosas, sociales y culturales, ayudadas por la industria del cine.

Siempre los pintan como libros llenos de pactos con entidades del bajo mundo espiritual y maleficios capaces de convertir a un humano en sapo.

Esta reputación ha hecho que las personas huyan de los grimorios y se nieguen a reconocer su utilidad, especialmente como un diario y herramienta para tener una vida llena de magia.

¿Entonces para qué quiero un grimorio?

Cuando hablamos de magia no nos estamos refiriendo a hechizos, sino a todos aquellos datos e información que pueden serte útiles para una vida en armonía con el universo.

Entonces, si te gusta arreglar tu jardín o cortarte el pelo en determinada fase lunar, encontraste un excelente remedio natural para el dolor de cabeza o usas cristales y amuletos, el grimorio se convertirá en una excelente herramienta.

Es como tu diario de campo, para tener siempre a mano tu información espiritual y a la vez ir apuntando todo lo que te funciona, es decir, tus “hechizos” personales.

Cómo hacer un grimorio

Si bien, hoy en día, los grimorios ya no tienen la misma connotación oscura y maléfica de la antigüedad, conservan su ritualismo y solemnidad.

Así que, si quieres tener tu propio grimorio, lo primero que debes hacer es conseguir una libreta especial, que te guste, y la veas como única.

Cuando ya la tengas, límpiala energéticamente, pásala por humo de salvia, palosanto o copal y después intenciónala. Dile que será tu grimorio, que guardará tus secretos y que la tratarás con respeto.

A continuación, ya puedes empezar a usarlo, y para que se te facilite su uso y consulta, sepáralo por secciones:

• Remedios naturales
• Actividades para cada fase de la luna
• Cristales: propiedades y uso
• Amuletos
• Mantras y frases
• Oraciones
• Rituales
• Horóscopos y pronósticos
• Ángeles y seres de luz

Usa todas las secciones que quieras, dependiendo de tus actividades “mágicas”, e incluso puedes incorporarle nuevos capítulos.

Cuidados del grimorio

Tu grimorio debe ser tratado con respeto. Nunca lo coloques en un sitio de bajas energías, como por ejemplo un baño o trastero.

Tampoco permitas que todo el mundo esté hojeándolo, el grimorio contiene tu información energética, así que no es conveniente que las otras personas la conozcan.

Por último recuerda trabajar siempre desde la luz, haz solo cosas positivas y que nunca vayan a dañar a nadie más, pues todo lo que hacemos se devuelve multiplicado.