Turmalina, para transformar la energía negativa en positiva

Desde los albores de la humanidad, los seres humanos han utilizados objetos cuyas particulares propiedades podían beneficiarles de alguna manera. Las piedras y cristales son unos de estos objetos, pues, según unas clases u otras, aportarán mayor o menor energía o favorecen el funcionamiento del cuerpo humano. La Turmalina es una piedra preciosa con una enorme capacidad para canalizar y transformar la energía.
Esta piedra está clasificada como perteneciente a la familia de las circonias. Tiene una cristalización de aspecto romboédrico, lo que hace que se pueda observar el estriado natural propio de esta forma y su sección triangular. La variedad de colores y mezclas de los mismos, en los que puede encontrarse en la naturaleza explica el significado de su nombre, proveniente de la palabra cingalesa tourmali, «piedras de colores mezclados».
Al tener una apariencia similar al de otras piedras preciosas, a veces se ha utilizado emulando a estas. Como es el caso de varias joyas pertenecientes a la corona rusa del siglo XVI, las cuales estaban formadas con Turmalinas pese a que figuraban como si fuesen rubíes. Entre sus seguidores está la emperatriz china Tzu Hsi, quien gobernó en la segunda mitad del siglo XIX y solía utilizarlas en las cadenas de sus relojes.
La Turmalida es una piedra preciosa que aunque se destina a diversos usos, el más importante es el ayudar a canalizar la energía y transmutar las malas energías en buenas.
Propiedades beneficiosas de la Turmalina
Entre sus propiedades naturales podemos destacar su carácter piezoeléctrico y piroeléctrico, que le permite atraer pequeños pedazos de madera o ceniza cuando es calentada o, incluso, cuando le es aplicada una descarga eléctrica. Por ello, la Turmalina se ha utilizado a menudo en la fabricación de instrumentos para medir la presión y la potencia en equipos militares.
Estas propiedades que acabamos de nombrar, dan lugar a que la Turmalina pueda cargarse cuando es calentada, enfriada o sometida a presión. Cuando cargada, genera un campo energético que produce un efecto regulador en lo que se refiere al campo electromagnético de los seres vivos. Genera a su vez protección contra un determinado número de radiaciones provenientes, por ejemplo, de los móviles.
La característica más importante de la Turmalina es su capacidad de canalizar la energía y poder transformar las energías negativas en positivas de alta frecuencia. Por eso, suele ser recomendada para aquellas personas que pasan por una época de depresión y tristeza, ya que les ayudará a mejorar su autoconfianza.
Ayuda también a:
- equilibrar los chakras;
- acabar con el estrés;
- generar efectos positivos en personas con enfermedades como el cáncer o la artritis;
- atraer el amor o el buen humor.
Si se entierra una Turmalina junto a las plantas, esta consigue alejar las plagas y potencia una crecimiento más sano.
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